Muchos queremos aprovechar el verano para perder peso pero la báscula al final del periodo estival nos hace un ¡ZASCA! y la realidad es que al final en vez de perder peso hemos engordado.
¿Como es posible? ¡Si yo solo he tomado ensaladitas y cosas frescas! y…. si, efectivamente «y….»
Y patatas y cerveza y helados y has salido más y comido fuera y tomado platos precocinados….
Total que pensando que por haber comido dos ensaladas y 3 gazpachos estábamos comiendo más sano y por bajar a la piscina a flotar ya habríamos hecho ejercicio, el caso es que en general, no, no estamos cuidándonos.
El verano no es distinto de otra época del año y sobre todo si tenemos tendencia a coger peso, no deberíamos descuidarnos tampoco esta temporada.
El caso es que en verano tendemos a abusar de los refrescos y bebidas frías (Sodas, Cerveza, Granizados…) que están llenos de azúcares y picamos más sobre todo porque hacemos más vida social fuera, visitsamos terracitas y tendemos a comer fuera de casa sobretodo si tenemos tiempo libre.
También el excesivo calor que estamos teniendo estos días no ayuda porque nos pone más apáticos y frustra nuestros propósitos de caminar más tiempo, ir a correr, ir al gimnasio, etc… porque no nos apetecen tanto y lo más que hacemos es bajar un rato a la piscina, pero no a nadar porque no suele haber tanto espacio.
¡Maldición!
Para evitar terminar el verano maldiciendo a la operación Bikini (si, esa que pensaste empezar en Mayo), sigue estos consejos 😉
- Como siempre, es bueno mantenerse activos pero en verano hay que aprovechar o las primeras horas del día o hacia el final del día para hacer más ejercicio y no deshidratarnos ni exponernos de forma perjudicial al sol.
- Te aconsejamos estiramientos y paseos por parques o zonas verdes lo que te ayudará también a relajarte.
- Si tienes mascota, acuérdate de sacarla especialmente en esas horas para sus paseos largos, pues al medio día sufren con el calor y sus patitas no tienen zapatos que les protejan del asfalto ardiente.
- Si tienes tiempo reducido, cualquier sitio es bueno para moverte un poco más: bájate una parada antes del bus o del metro y ¡aprovecha a dar un paseo!, no uses el ascensor todas las veces o sube andando las escaleras ya sean mecánicas o no 😉 .
- La práctica del Yoga y la piscina son muy buenas opciones en verano, busca una donde a demás de flotar, puedas realmente nadar durante al menos 30 minutos. Recuerda que en cualquier tipo de ejercicio tienes que estar hidratado, llévate una botella de agua o té para ti (y si hace falta, también para tu mascota).
- En cuanto a la alimentación tendremos que incrementar las verduras y ensaladas que consumimos en cada comida y vigilar la ingesta de pan, fritos, pizza, snacks, otras harinas y las grasas animales.
- Te aconsejamos desayunar más fruta, queso fresco y proteínas (tortilla, jamón o atún) con café o té… en vez de tostadas y/o bollería.
- En las comidas se pueden incorporar hidratos que también contienen proteína como guisantes o quinoa en las ensaladas.
Intentemos consumir sobretodo los productos de temporada como el pepino, rábanos, lechugas, zanahorias… pues os aportarán vitaminas, líquidos y minerales muy necesarios para pasar los días más calurosos. (os dejamos el calendario de frutas y verduras de temporada de la OCU)
O si os queréis bajar las tablas en PDF, las tenéis también en versión del ministerio de agricultura:
Otros consejos:
- Incrementar el agua/líquidos entre comidas, se pueden usar infusiones frías (poleo, hibisco, te verde, te rojo…) y aguas de sabores caseras sin azúcar (limonadas o agua con trocitos de manzana y otras frutas cortadas).
- Durante la comida es preferible, como siempre os recordamos, el beber poco en general y si necesitas beber algo, se recomienda una copita de vino o una infusión templada.
Las bebidas calientes o tibias especialmente en verano ayudan más que las bebidas frías ya que el cuerpo tiene una temperatura interior constante y las bebidas frías generarán gasto de energía (para mantener la temperatura interior) y por tanto puede dar sensación de más calor o de seguir sudando tras ingerir un líquido frío o helado.
Pero como siempre os decimos no hay absolutos, nada es totalmente bueno ni malo, solo hay que saber cuando aplicarlo.
Si bebes líquidos muy fríos con la comida, tu cuerpo tenderá a tener una digestión más lenta y procesará peor las grasas ingeridas.
Pero esto puede resultar bueno si el líquido frío se bebe fuera de las comidas principales ya que gasta energía (quema calorías) aunque en verano, como hemos dicho antes, puede provocar que sigas sintiendo calor :-/
Por Último otro de los alimentos sanos y refrescantes y que no tenemos muy integrado en la cocina española son las algas, tienen muchos beneficios: son saciantes, ricas en vitaminas y minerales.
La única cautela que hay que tener es en caso de hipertiroidismo ya que contienen mucho Yodo.
- Por ejemplo el agar agar que es esa alga transparente que vemos a veces en las ensaladas de los restaurantes chinos, tienen una textura agradable, es un gran saciante ya que aporta mucha fibra sin embargo no aporta calorías ni contiene gluten y se puede usar como espesante en nuestros platos o para hacer gelatinas vegetales. No tiene tampoco sabor así que le puedes dar el sabor que quieras con los ingredientes que cocinas.
- Más algas que puedes incorporar son el wakame (de un verde oscuro o intenso, a veces en ensaladas mezcladas con agar agar) y Nori (las típicas que ves al rededor de algunas piezas en las bandejas de sushi). Otras se pueden tomar como suplemento como la espirulina que oxigena, mejora las defensas y elimina toxinas.
Próximamente haremos un post sobre los beneficios de incorporar algas en la alimentación 😉
Esperamos que estos consejos os sean útiles y recordad que si necesitáis orientación para la alimentación o queréis una dieta personalizada, podéis pedir cita aquí mismo, llamando al centro o por e-mail.